El imputado fue identificado como Jorge José de los Hoyos, sobre quien pesaba un pedido de captura por el homicidio de Adolfo Gustavo Calabretta.

Voceros de la fuerza informaron que la detención fue concreta por la Brigada de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad en la calle Bolivia al 1400, en el barrio porteño de Villa General Mitre, por donde circulaba el acusado a bordo de un automóvil Renault Sandero, junto a una mujer.

Los pesquisas que comenzaron a investigar el crimen de Calabretta establecieron a las pocas horas que en la esquina de la casa de la víctima había cámaras del Centro de Monitoreo Urbano (CUM), por lo que al analizar las imágenes descubrieron que toda la secuencia del asesinato había quedado filmada.

De acuerdo con los voceros, a las 5.15 de aquel 20 de octubre se observa a un hombre de cabello negro, vestido con una campera azul similar a la de la selección argentina, jeans y zapatillas oscuras con suela blanca, que se acerca a la víctima y le dispara en el rostro, tras lo cual se va.

A raíz de ello, el fiscal Marcelo Roma, a cargo de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 3, encomendó la investigación a la División Homicidios de la Policía porteña, quienes obtuvieron el dominio del auto del homicida gracias a las cámaras del Anillo Digital.

Con ese dato, se identificó a De los Hoyos como el titular del vehículo y se obtuvo su teléfono celular, que por los impactos de las antenas fue situado en la escena del crimen, informaron fuentes policiales.

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 61, a cargo de Edmundo Rabbione, ordenó su detención y prohibición de salida del país el 19 de diciembre último, y los agentes allanaron distintos domicilios en la provincia de Buenos Aires y en la ciudad de Tres Arroyos, con resultado negativo.

En ese marco, los pesquisas establecieron que el sospechoso había vendido el auto utilizado al momento del hecho, pero que luego, con la llave de repuesto, se lo sustrajo al comprador.

Con el correr de los meses se montaron tareas de vigilancia en posibles domicilios donde se escondía, hasta que finalmente detectaron el rodado en el cual podría movilizarse.

Al ser identificado, el hombre mostró un DNI perteneciente a otra persona, hasta que finalmente se pudo dar con su documento original, añadieron las fuentes consultadas.

Por otro lado, los investigadores establecieron que De los Hoyos era un exprincipal de la PFA, quien había sido cesanteado de la fuerza el 7 de febrero de 2012.

El hecho ocurrió el 20 de octubre último, cerca de las 5, en Tabaré al 2700, Villa Soldati, donde la víctima fue hallada muerta en el cordón de la vereda con un tiro en el rostro.

Calabretta residía en esa misma cuadra y estaba jubilado, aunque se dedicaba a la compra y venta equipos de impresión.

Según las fuentes, la víctima vivía en Villa Soldati hace unos cinco años, donde alquilaba una propiedad, y era estimado por los vecinos.

"No fue un robo o un caso de inseguridad, lo vinieron a buscar a él, que pobrecito salía todos los días a las cuatro o cinco a buscar el diario. Yo sabía que él tenía algunos problemas con su empresa o con gente, cosas que pasan en el negocio, pero nunca nadie se imaginó que iba a pasar esto. Él estaba haciendo una demanda y tenía unos problemas con otras personas, cosas del negocio", detalló Alejandro, hijo de la víctima, en declaraciones a la prensa.

Alejandro recordó que a veces a pedido de su padre le atendía el teléfono y que en alguna oportunidad recibió llamadas en la que le enviaban mensajes por una supuesta deuda de dinero.

Por su parte, una vecina de Calabretta que fue convocada como testigo del procedimiento policial posterior al hallazgo, contó también a la prensa que al momento de ser atacado el hombre tenía su billetera y las llaves de su casa, no así el teléfono celular, que había dejado en el interior de la vivienda.