Entró por vocación y con mucho sacrificio. No tuvo necesidad de gritar a los cuatro vientos sus derechos como mujer, sino que los hizo valer con compromiso. No necesitó prebendas y dádivas del Estado. No se valió de violencia y agresión, para reclamar su lugar en la sociedad. Su dinero lo ganó con el sudor de su frente. Supo ganarse el respeto de hombres duros, hombres forjados en la dureza del mar, hombres que la supieron reconocer como un par, sin importarles lo que ella llevaba entre las piernas, sino que reconocieron lo que ella llevaba sobre su cuello. Su sangre derramada ha servido para teñir de Gloria los laureles de la República Argentina. Gloriosa Mujer Argentina, tu sacrificio no ha sido en vano, sino que ha servido como ejemplo y guía para muchas otras compatriotas que han comprendido que aquel derecho que se pierde, es aquel que no se reclama y ocupa. Capitán de Corbeta (PM) Eliana María Krawczyk Nuestro recuerdo, homenaje y admiración, a seis años de su inmolación, en Acto de Servicio. ¡La Patria aun te llora, Soldado!