27 de febrero de 2025
Caso Lian: el testigo clave y el allanamiento a la mujer que dejó Córdoba el día de la desaparición del niño

Marcelino, uno de los vecinos de Ballesteros Sud, vio una camioneta sospechosa antes de que el menor se esfumara. En su testimonio mencionó a la curandera investigada en Jujuy, quien ya fue interrogada por la Justicia
Sin embargo, lo que le llamó la atención fue el poco tiempo que estuvo en la zona y la velocidad con la que se retiró: “No vi hasta dónde fue la camioneta, pero sí noté que salió más rápido de lo que entró. Habrá estado unos cinco minutos, no demoró mucho. Yo decía: ‘Uh, qué rapidito está volviendo’”, relató.
La mirada de los investigadores también está puesta Marcelino tuvo contacto con ella. Fue él quien la trasladó hasta la zona, aunque aseguró desconocerla. Ante los medios, este jueves el hombre contó cómo se dio esa situación: “Mi vecino no tiene auto y me pidió el favor de traer a una persona. Dije que sí. La fui a buscar a Ramón Cárcano, un pueblo chico. No me acuerdo bien cuándo fue, si jueves o viernes (anterior al sábado en el que desapareció Lian)”, dijo.
Y acotó: “No la conozco y no sé dónde se quedó a dormir. Casi no hablamos en el trayecto, solo del camino de tierra que estaba feo”.En el procedimiento se secuestraron los teléfonos celulares para ser peritados al igual que otros elementos de interés para la causa, como una agenda, el pasaje del micro y un bolso con ropa.
El funcionario judicial reveló al diario El Tribuno de Jujuy que, durante la entrevista, la mujer de 74 años afirmó ser curandera y que viaja con frecuencia a Córdoba para asistir a integrantes de la comunidad boliviana.
>Dijo que en Córdoba hace curanderismo a gente de la comunidad boliviana y que, como ellos están en mejor posición económica, además de pagarle, le regalan ropa, calzado, juguetes y todo lo que aquellas familias ya no necesitan. Ella lo trae y lo entrega a familiares, conocidos y familias de los asentamientos”, contó Blanco.La Policía de Córdoba, la Policía Federal, Gendarmería, el Ejército, baqueanos, vecinos, 300 personas participaron en rastrillajes, con drones y helicópteros con cámaras infrarrojas en el aire y botas en el barro, contra el viento, para hallar al chico de 90 centímetros de alto entre la soja y los maizales, entre los pozos y las zanjas.