11 de octubre de 2025
“Solo espero que la verdad salga a la luz”

Testimonio del oficial principal Ángel Daniel Barrientos, condenado tras un procedimiento en Berisso
El oficial principal Ángel Daniel Barrientos fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión efectiva por un hecho ocurrido en marzo de 2018, cuando cumplía funciones en el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) La Plata. Desde entonces, su vida —y la de su familia— cambió por completo. Hoy, desde la cárcel, pide que se conozca su historia y reclama justicia.
Los hechos que lo marcaron para siempre
“El sábado 10 de marzo de 2018 —recuerda Barrientos— estábamos cumpliendo una orden de servicio que consistía en realizar la requisa en todas las comisarías con calabozos y detenidos. Cuando llegamos a la Comisaría Cuarta de Berisso, había nueve detenidos. Hicimos la requisa con normalidad y todo terminó sin novedad”.
Sin embargo, al finalizar el procedimiento, el titular de la dependencia les informó que los detenidos querían denunciar al grupo por agresiones. “Yo no podía creer lo que me decía. Habíamos estado como mucho veinte minutos en los calabozos, porque la mitad estaban clausurados por un intento de fuga ocurrido semanas antes”, relató.
Minutos después, el jefe de la seccional dio aviso a la Fiscalía de turno, la UFI N°7, a cargo de la Dra. Bravo, conocida —según Barrientos— por su escasa empatía hacia el personal policial. Así comenzó una causa por vejaciones y falsificación de instrumento público.
Un juicio lleno de irregularidades
En diciembre de 2024, más de seis años después, la causa llegó a juicio oral. De los nueve detenidos que habían denunciado, se presentaron seis, y tres de ellos terminaron imputados por falso testimonio, aunque esa parte de la investigación “quedó en la nada”.
“Decían que les habíamos pegado y roto sus pertenencias, pero los informes médicos demostraban que no tenían lesiones. Solo uno presentaba marcas, pero no se podía determinar si eran recientes o antiguas. Además, ese supuesto lesionado tenía un amplio prontuario y ya había denunciado a otros policías y personal del Servicio Penitenciario”, explicó.
Durante el debate oral, Barrientos asegura que la actuación de la fiscal de juicio, Dra. Huergo, estuvo lejos de la imparcialidad: “Le pagó el remis al delincuente que nos denunció para que fuera a declarar, le dio su número personal por si lo paraba la policía en la calle, y hasta hizo videollamadas con otro preso que no quería declarar. Lo más increíble es que llamaba a la jueza Picone por su nombre, le decía ‘Belén’, delante de todos”.
La condena y el golpe más duro
El 27 de diciembre de 2024, la jueza Belén Picone dispuso su condena a 5 años y 6 meses de prisión efectiva. “Dijo que, por ser el de mayor cargo, debía quedar detenido. En ese momento se me cayó el mundo. Estuve 20 días en los calabozos de La Plata Quinta hasta que me trasladaron a un penal”, contó.
Desde entonces, su vida y la de su familia quedaron en ruinas. “Hace siete meses que no cobro el sueldo. Cortaron el gas en casa y todos los días es un desafío. Mi hija se duerme llorando con mi foto en la mano, preguntando por qué no vuelvo”, dice con la voz quebrada.
“No busco compasión, busco justicia”
Barrientos asegura que su único deseo es que “la verdad salga a la luz”. “Me notificaron hace cinco días de mi exoneración. No busco compasión, solo que se haga justicia y que se revisen los abusos que también sufrimos muchos policías. Mi vida cambió por completo, pero todavía creo en que algún día se sabrá la verdad.




