Gestapo: Relanzan la victimización de Vidal con el recuerdo de su mudanza a la base militar
Cuando María Eugenia Vidal se instaló en La Plata como gobernadora de la provincia de Buenos Aires no generó un cambio de vida obligatorio para su familia, especialmente para sus dos hijas y el hijo menor. Muy por el contrario, decidió no exponerlos al trajín de la capital bonaerense, lo cual implicaba mudanza a la residencia de la Gobernación y especialmente los cambios de colegios.
Como se sabe, Vidal vivía en ese entonces en una casa junto a su esposo Ramiro Tagliaferro y sus tres hijos en la ciudad bonaerense de Morón y viajaba todos los días a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para cumplir el rol de vicejefa de Gobierno porteña.
La campaña electoral 2015 que la catapultó a la Gobernación bonaerense vio un poco alterada su rutina cotidiana, por lo que las oficinas porteñas pasaron a un segundo plano.
Finalmente, venció al peronista Aníbal Fernández en las elecciones generales de ese año y se convirtió en la primera mujer en llegar a manejar los destinos de la provincia más grande de la Argentina. La historia es por demás conocida: asumió en diciembre de 2015, pero nunca vivió en la residencia oficial que da a calle 5 entre 51 y 53.
Apenas dos meses después, empacó sus cosas para ir a vivir a una repartición militar, específicamente la Base Aérea de Morón. En declaraciones periodísticas a un programa político de televisión apenas instalada con su familia –ya separada de Tagliaferro- dijo que “por suerte, acá mis hijos pueden salir a andar en bicicletas sin problemas”.
Una de las explicaciones que el entorno de la flamante gobernadora dio en su momento para justificar esa decisión fue que lo hacía por cuestiones vinculadas a la seguridad y a la “intranquilidad que padecen los vecinos del barrio por los constantes movimientos de la custodia”.
"No puede vivir más ahí. Si pasas por la vereda la ves por la ventana lavando los platos en la cocina", grafican a su lado casi sin exagerar, para dar cuenta de lo desprotegida que se siente ahora la gobernadora, en especial luego de anunciar que emprendería la lucha contra las mafias políticas y contra el narcotráfico. Eso decía una de las crónicas periodísticas de febrero de 2016.
En estos días en los que Vidal está en el ojo de la tormenta por ser una de las responsables del armado de una supuesta “Mesa Judicial” para perseguir a dirigentes sindicales, hay defensas desde su propio espacio.
El encargado de salir a su favor en las últimas horas fue el actual diputado nacional y ministro de Seguridad durante su gestión al frente de la Provincia, Cristian Ritondo: “Persecución vivió Vidal cuando se tuvo que mudar con sus hijos a una base militar por dar una lucha sin cuartel contra el narcotráfico en la Provincia. Algunos luchamos contra las mafias y otros conviven con ellas”.
Ritondo salió en respuesta a un comentario realizado por su colega en Diputados pero que está en la vereda de enfrente, como lo es la referente del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, quien había manifestado que Vidal “además de autorizar la mesa de persecución y armado de causas, tal cual lo dice (Marcelo) Villegas su ministro de Trabajo, es la misma que permitió la instalación de cuatro bases para escuchas ilegales en la provincia de Bs As y sin orden judicial”.
Enterada de los dichos de Ritondo, la platense Tolosa Paz volvió a responderle: “Cristian, ya no va más el papel de víctima para Vidal, ya está grande para defenderse sola, sobre todo ante la justicia”.
Cabe recordar que Villegas, en junio de 2017 durante una de las reuniones llevadas a cabo en la sede del Banco Provincia junto al intendente de La Plata, Julio Garro; el senador platense Juan Pablo Allan; empresarios de la construcción y agentes de inteligencia dijo: “Creeme que si yo pudiera tener -y esto te lo voy a desmentir en cualquier parte- si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida, lo haría”. Eso fue en alusión a la persecución que ya estaba en marcha, mediante el supuesto armado de causas judiciales, de dirigentes sindicales.