Rocío Fernández tenía 27 años. Salió de su casa el viernes, se subió a un taxi para ir a lo de un amigo en el barrio Punta Mogotes y otro, en la madrugada, para volver. Desde ahí nadie más supo de ella.

Sin noticias sobre su paradero y debido a que no respondía los mensajes ni llamadas, su familia realizó la denuncia y comenzó una intensa campaña de búsqueda en redes sociales.

Fue de esa manera cuando en medio de la investigación, este miércoles un entrecruzamiento de llamadas hizo que la Policía llegue hasta una vivienda ubicada en la calle Grecia, entre Libertad y Balcarce, del barrio 9 de Julio. Allí, los investigadores hallaron el cuerpo de una mujer dentro de una heladera, ubicada en el patio trasero de la casa.

Sin embargo, cuando los efectivos ingresaron, un hombre escapó del lugar corriendo y es intensamente buscado. Aún restan hacer las pericias correspondientes y la realización de la autopsia, pero la familia identificó a la víctima por los tatuajes que tenía.

En un primer momento los oficiales realizaron un allanamiento en la vivienda contigua a la que fue hallado el cuerpo, hasta que los vecinos alertaron por un hombre sospechoso que vivía al lado. Según relataron, el hombre tendría problemas de adicción.

Hasta ahora no se logró establecer el vínculo que tenía con la víctima ni cómo llegó ella hasta ahí. La causa está a cargo del fiscal Fernando Belingerie