Viernes 4 de Octubre de 2024

3 de octubre de 2024

Susana Giménez comparó a Roberto García Moritán con su expareja, Huberto Roviralta: “No ponía un mango”

Tras su llegada al país, la conductora habló de la separación entre el político y Pampita y recordó su relación con su exesposo, de quien se divorció en 1998

>Tras su llegada a Argentina, para llevar adelante una nueva edición del clásico programa que conduce los domingos por la pantalla de Telefe, Todo comenzó cuando Giménez arribó al aeropuerto y la prensa la abordó para consultarle por la separación de la modelo y el economista. “¡No pasa nada, no estoy divorciada! ¿Para qué me preguntan si no es a mí a quien están esperando?”, sostuvo la diva. Luego, los cronistas le preguntaron si había intentado llevar a la modelo a su programa: “Sí, claro. Y no sé que habrá pasado, no se habrá arreglado, porque no está”. En ese marco, también le consultaron si hubiera querido llevar a Moritán al living: “Todo lo que es coyuntural me gusta”.

Fiel a su estilo y a su actitud, Susana también fue tajante al responder si le sorprendió la ruptura de la pareja: “Nunca me sorprenden las separaciones”. Lejos de la seriedad del tema, uno de los periodistas le comentó que en redes sociales comparaban a Moritán con Roviralta. Al escuchar estas palabras, Susana no pudo contener la risa: “Sí, yo también los comparé. Porque no ponía un mango...”.

En el programa de este domingo 6 de octubre, Susana tendrá como invitada a Wanda Nara, además se sumarán Damián Betular, Maru Botana y Christophe Krywonis, jurados de Bake Off Famosos Argentina (Telefe). Por otro lado, también estarán Luciano Pereyra y Abel Pintos.

Cuando Susana conoció a Huberto Roviralta, a fines de 1987, Susana ya era Susana y brillaba en la pista del Roof Garden del Alvear. Él vivía a la vuelta, sobre Posadas, en un dos ambientes sin demasiadas comodidades. Manejaba un Fiat 147, pero jugaba al polo discretamente y su madre tenía casa en Tortugas, el mismo country que era el refugio de otra diva íntima de Susana, Graciela Borges. En ese contexto, la conductora se sintió halagada con la galantería de ese morocho con aires de “chico bien”, como lo definió Daniel Gómez Rinaldi, entonces encargado de seguir los pasos de Giménez para Indiscreciones, el programa de rumores de Lucho Avilés.

Pero lo que parecía encaminado a resolverse de común acuerdo, se convirtió en un millonario tironeo legal. Los abogados de Roviralta hablaban de una presunta infidelidad por parte de la diva, algo que entonces podía cambiar los términos del arreglo. Ella aseguraría a la prensa: “Nunca le fui infiel”. Los mismos medios calculaban en ese momento que Giménez tenía una fortuna de cercana a 100 millones de dólares, más del 90% ganados durante su década de matrimonio con Huberto, que coincidió con la de su salto a Telefe. Roviralta reclamaba la mitad de todo.

Finalmente, ella firmó un cheque de 10 millones de dólares. Era una cifra astronómica e inédita: una mujer –la más influyente de la Argentina– comprando su libertad en billetes de curso legal. Era un precio altísimo, pero a la vez podía volver a disfrutar de su vida fuera de un matrimonio que, si alguna vez había sido tan feliz como se veía en las revistas, se volvió una mochila pesadísima.

Unos minutos después, Roviralta abrió la puerta y también el portón que da a la vereda. Tenía la cara ensangrentada. El rumor saltó el portón de Dardo Rocha: decían que Susana le había tirado con un cenicero. El escándalo fue absoluto. La diva dijo después, en conferencia de prensa, que en realidad era una cajita de madera y peltre que había traído de la India y que fue el primer objeto contundente que encontró para defenderse en medio de una discusión “humillante y vergonzante”. Roviralta recién se fue de la mansión a las cinco y media de la tarde, cuando ella ya está acompañada de sus afectos más cercanos: Teté Coustarot, Pet Figueroa, su hija Mecha y su entonces yerno, Eduardo Celasco.

COMPARTIR:

  • Desarrollado por
  • RadiosNet