Desde hacía algunos días, varios dirigentes peronistas (sobre todo los que están más vinculados a La Cámpora), venían plateando la posibilidad de una candidatura de CFK para liderar el PJ. Al principio eran rumores, pero durante la tarde de este lunes, la ex vicepresidenta volvió a sacudir fuertemente en tablero político al ratificar esas versiones.

Con una extensa carta abierta publicada en sus redes sociales, Cristina informó que aceptó la convocatoria de quienes le pedían dirigir el instrumento electoral del justicialismo. Además, ensayado una especie de autocrítica (no tanto de su figura, sino más del espacio al que pertenece), sostuvo que “está claro que hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó”.

A partir de entonces, comenzaron a tejerse varias hipótesis sobre su decisión y cuáles son las verdaderas intenciones que persigue. Uno de los que se había postulado para presidir el Partido Justicialista era Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja, quien lejos de achicarse, redobló la apuesta y a modo de respuesta manifestó que “acá no sobra nadie”, tomando las palabras de CFK.

Anteriormente, Cristina había manifestado en su carta abierta que “quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad”. Y tal vez esa última palabra es la que más le hizo a ruido a los dirigentes que no están alineados al kirchnerismo, sobre todo porque una candidatura suya, tal vez, más que ordenar, repele a quienes no la aceptan como la conductora.

Y pasaron pocas horas para que se conozca el primero en abandonar el partido. Se trata de Florencio Randazzo, quien mediante las redes sociales comunicó su renuncia al PJ catalogándola como la “jefa del peor gobierno desde el retorno de la Democracia”, en relación a la gestión pasada que tuvo que Primer Mandatario a Alberto Fernández.

Lo cierto es que, según parece, la intención de CFK es que la discusión por la presidencia del Partido sea sin internas. Pero, el temor de muchos es que, en caso de que finalmente ella quede oficialmente como la conductora, sea la dueña de la lapicera para firmar candidaturas, sobre todo antes los rumores que indican la intención del Gobierno de eliminar las PASO.

En este escenario, hay tres patas importantes de que deberán debatir para definir el futuro. Una de ellas es Cristina Fernández, claro; la otra es el propio Quintela y la tercera es la figura del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, a quien muchos le habían pedido que sea él quien conduzca. De esta manera, el tablero deberá reacomodarse de cara al 2027.

Kicillof venía trabajando sigilosamente en un armado federal que incluía a su par de La Rioja. Pero ante el anuncio de CFK, ambos van a tener que barajar y dar de nuevo. Tampoco se descarta que exista un acuerdo y que Quintela y CFK puedan ser quienes dirijan el instrumento electoral de peronismo, aunque para que eso suceda todavía restan muchas discusiones por delante.