1 de diciembre de 2024
La rebelión de los recolectores de residuos y la renuncia de Pablo Moyano, dos de los indicios del declive de Camioneros

Los tiempos ya no son los mismos para el sindicato de Hugo Moyano, con problemas impensados en su era de esplendor. El interrogante sobre quién irá a la CGT y el desafío de las paritarias: lograr un aumento que calme a las bases y que acepte el Gobierno
Cardozo, en tanto, dijo que el problema es que algunos trabajadores “gastaron antes (la indemnización), la gastaron a cuenta” y prometió que ese dinero “va a venir en el momento en el que tenga que venir” ya que “hoy tenemos que respetar todo lo que se ha firmado”.
Signo de los tiempos adversos: así como Macri sentó un precedente complicado con la aceptación de la “Ley Moyano”, el líder de Camioneros ahora debió ceder ante el gobierno porteño y sus dirigentes terminaron aceptando que el reclamo se hizo por fuera de la ley. El mismo sindicato sentó un precedente distinto que se convirtió en un signo de debilidad. Incluso porque le jugará en contra en las difíciles negociaciones salariales de Moyano para el trimestre diciembre, enero y febrero. Está exigiendo un 5% de aumento para cada uno de esos meses, mientras el Gobierno ya le hizo saber que el Ministerio de Economía no acepta que la cifra supere el 3%, a tono con la inflación prevista.Hoy, el dilema del jefe de Camioneros es que si no logra un buen acuerdo salarial se le puede complicar su relación con las bases, que ya están en estado efervescente, como lo demostraron las críticas e insultos contra Pablo Moyano y otros dirigentes que estallaron entre los recolectores de residuos. La realidad del transporte automotor de cargas tampoco lo ayuda. La actividad pasa por un momento de contracción y por eso las pymes advirtieron que no pueden pagar el 15% de aumento trimestral, más el bono de $650 mil y el aporte extraordinario para la obra social.
¿Cordero podrá ayudar a Hugo Moyano? Al Gobierno le conviene que siga en la senda de la moderación y alejado de su hijo ultraopositor. El secretario de Trabajo ya tuvo un gesto de buena voluntad en la traumática paritaria de abril pasado cuando aceptó que el jefe de Camioneros reformulara el aumento salarial del 45% en dos tramos para que quede en un 24% bimestral, salteándose la mejora de junio, y así los libertarios homologaran el convenio que estaba trabado.Probablemente se repita un esquema similar. Moyano no puede quedar expuesto ante sus trabajadores con un aumento a la baja luego de que ya cedió con el reclamo de indemnizaciones ante la administración de Jorge Macri y sus afiliados respondieron con asambleas y gritos de “Pablito traidor”. Mientras trata de avanzar en puntas de pie en este campo minado, el jefe de Camioneros tiene otro desafío complejo: debe decidir quién reemplazará a su hijo en el triunvirato de la CGT.
Prometió que el candidato iba estar resuelto la semana pasada, pero no fue así. Sigue sonando el nombre de Jorge Taboada, el chubutense que lo secunda en la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, mientras algunos jefes cegetistas imaginan que el elegido será Jerónimo, el menor del clan Moyano. Es cierto que su papá lo lleva a todas las reuniones públicas y secretas para prepararlo, pero tiene apenas 25 años y escasa experiencia en la gestión. Si no hay algún tapado, hay quienes especulan que el propio Hugo Moyano podría asumir en lugar de Pablo.Para colmo, Pablo Moyano reapareció luego de su renuncia a la CGT y de los ataques de los recolectores de residuos a través de un desafiante video que apareció este sábado en X: “Por más que hoy me haya alejado del cargo de la CGT, nadie me va a sacar de la calle defendiendo a todos los trabajadores de todos los sindicatos del país que la están pasando mal”, dijo, en un mensaje que pudo haber estado dirigido a sus enemigos cegetistas o incluso a su propio padre.
Además, atacó a los dialoguistas Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN), que lo habían cuestionado tras su alejamiento de la central obrera. Al primero, le dijo: “Prefiero ser el doble de lo que vos dijiste, pero yo no tengo causas por entregar a los trabajadores en la dictadura”. Y sobre el segundo, afirmó que su gremio “debe tener uno de los salarios más bajos que se cobran”.El video está editado de una forma en que no aparece ninguna explicación sobre el reclamo de los recolectores de residuos ni una respuesta al calificativo de “traidor”. La filmación comienza cuando dice: “Defender los derechos de los trabajadores y fundamentalmente el pago de la indemnización. No me hago cargo de lo que dicen. Lo importante es esto, ¿no? Por eso he tomado la decisión de retirarme la CGT. Era un lugar donde no me ataba ni un cargo, ni una oficina, ni un sillón”.
Demasiados indicios de un tiempo de declive para el Sindicato de Camioneros, extrañamente adverso para un dirigente acostumbrado a ser todopoderoso y que hoy es uno más de un gremialismo en crisis.