6 de marzo de 2025
El librero que convirtió en un esclavo sexual al denunciante de Jey Mammon deberá ir a la cárcel

Roberto Santy Lozano fue condenado a 15 años, pero evitó la prisión gracias a los recursos presentados por su defensa oficial. La Cámara de Casación rechazó su último planteo, tras la negativa de la Corte Suprema. Lucas Benvenuto, la víctima, tenía 12 al momento de los hechos
Luego, la defensa apeló otra vez. El 26 de febrero pasado, la sala de turno de la Cámara de Casación denegó su último recurso.
“El laberinto judicial llegó a su fin para Santy Lozano y debe ir a prisión en forma inminente. A través de recursos que fueron rechazados sistemáticamente, intentó eludir la condena por haber sometido a Lucas Benvenuto. Ahora, las fuerzas de seguridad e Interpol deben extremar los recaudos para que cumpla con el ingreso al servicio penitenciario. Hoy Lucas, luego de 13 años de proceso, puede mirar hacia adelante, con la convicción de que su verdad fue escuchada. Lucas no mintió”, asevera el abogado Moral a Infobae.
Santy Lozano conoció a Lucas en una sala de chat en Internet. El librero le mintió cuando le dijo su edad, según la acusación judicial en su contra. Lo citó en una dirección inexistente, luego le dio pistas para que se acercara. Le ofreció dinero para violarlo, 200 pesos de aquel entonces, lo penetró por la fuerza y lo filmó.En todo ese tiempo, a Lucas, que vivía en Mataderos, nadie lo fue a buscar. Su madre era una adicta. Su familia estaba rota. Así, Lucas cumplió sus 13 años en el encierro, mientras veía a otros chicos que iban y venían. Encontró, de acuerdo a su relato, una colección de videos en su calabozo, con otros supuestos abusos filmados.Tampoco es el primer abusador de Lucas en ser condenado. Años atrás, la Justicia también leEntrevisté a Lucas en febrero de 2022. Allí, me relató su historia con Santy Lozano, lo que sufrió. Una imagen perdura de aquella charla. Me dijo: ”¿Viste cuando apagás una heladera? Así estaban mis emociones. Él tenía el control remoto de mí”.
—Nunca. Una vez me lo crucé en la calle. Estábamos en un semáforo. Bajó la ventanilla. Lo miré, él me miró. Y se fue.