Sábado 13 de Septiembre de 2025

13 de septiembre de 2025

“La banda de los kickboxer”: la otra cara del caso Exclusivo – Habla por primera vez César Floricich

Un joven que hoy cumple arresto domiciliario asegura haber sido condenado injustamente en el marco de la causa mediáticamente conocida como “la banda de los kickboxer”. Se trata de César Floricich, señalado en todos los medios como que practica kickboxing, eso es mentira pese al rótulo con el que lo marcaron.

Todo comenzó el 23 de diciembre de 2018, cuando fue invitado a almorzar al Parque Pereyra por una ex compañera de colegio. Más tarde, junto a su pareja, su bebé recién nacido y un amigo llamado Ezequiel, decidieron ir a merendar a un local gastronómico. En el trayecto ocurrió un incidente de tránsito con otro conductor que, según su relato, estaba alcoholizado y bajó a pelear. “Ezequiel le pegó una sola piña y el muchacho cayó al piso. Yo no hice nada”, sostiene. Sin embargo, la versión que se difundió en los medios hablaba de una feroz golpiza, patadas en el suelo e incluso un intento de homicidio. Pese a que la víctima y su esposa nunca lo denunciaron, y a que la única prueba en su contra fue un testimonio cargado de inconsistencias, Floricich terminó sentado en el banquillo. “Esperaba que me llamen como testigo, pero un año después me imputaron por tentativa de homicidio. Los propios abogados de los otros acusados se sorprendían de que yo estuviera ahí”, recuerda. En el juicio oral, Ezequiel reconoció haber sido el único que golpeó, pero la condena fue compartida. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 5 de La Plata —integrado por los jueces Medrano, Bernard y Palacios Arias— lo sentenció a 5 años de prisión domiciliaria. Ya en la instancia de Casación, el magistrado Víctor Violini pidió su absolución, aunque su voto fue rechazado. “Fue un caso de visión de túnel: ignoraron todas las pruebas que me favorecían y se aferraron a una sola declaración. Nadie entendía nada”, insiste Floricich, que hoy cumple condena con la esperanza de revertir el fallo. Este caso no sólo expone las irregularidades del sistema judicial bonaerense, que llevó a una condena cuestionada sobre pruebas endebles, sino también la responsabilidad de los medios que instalaron un rótulo estigmatizante: “la banda de los kickboxer”. Una etiqueta que, según él mismo subraya, nada tiene que ver con su vida ni con la realidad de los hechos, pero que terminó marcándolo para siempre.

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