Domingo 14 de Septiembre de 2025

14 de septiembre de 2025

CHASCOMÚS: DENUNCIAN CASO DE BULLYING Y VIOLENCIA ESCOLAR EN EL INSTITUTO CORAZÓN DE MARÍA

Un matrimonio de Chascomús decidió romper el silencio y hacer público un caso de bullying y agresiones que afecta directamente a su hijo de tan solo 6 años, alumno de primer grado del Instituto Corazón de María (ICM).

Según relataron, las situaciones de hostigamiento, burlas y violencia física vienen ocurriendo desde marzo, sin que las autoridades escolares brinden respuestas efectivas ni contención. El padre del niño expresó con angustia y firmeza: "Hoy hago público algo que como papá y junto a mi señora no podemos seguir callando. Mi hijo está siendo víctima de bullying en la escuela ICM de Chascomús. Ya hemos pedido ayuda, pero las respuestas fueron insuficientes. Mientras tanto, mi hijo sufre, se angustia y carga con un dolor que ningún niño debería soportar." 📌 El inicio de la pesadilla Todo comenzó la tercera semana de marzo, cuando desde el colegio llamaron a un familiar del niño para que le llevara ropa limpia, ya que presentaba sangre en su remera. Ante la preocupación, el padre se dirigió a la institución, donde apenas le informaron que “según los compañeros se había golpeado”, sin convocar asistencia médica ni mostrar mayor interés en el hecho. El niño fue trasladado al hospital, donde le diagnosticaron un golpe en la nariz con sangrado y un hematoma en el ojo. Fue en ese momento cuando el pequeño, entre lágrimas, relató a su familia lo que había ocurrido: sus compañeros lo insultaban llamándolo “piernas de banana” o “gordo de mier...”, lo empujaron y lo golpearon hasta hacerlo sangrar. Las consecuencias emocionales no tardaron en aparecer. El niño comenzó a rechazar la comida porque sus compañeros lo agredían diciéndole que estaba gordo. Los alimentos que sus padres le daban para el recreo volvían intactos en la mochila. Según contaron, incluso en su hogar el niño se negaba a comer, repitiendo las burlas que escuchaba a diario en el colegio. 📌 Respuestas insuficientes Ante los reclamos, la familia asegura que la postura de la escuela fue siempre la misma: desestimar los hechos, minimizar la situación e incluso culpar al menor, tratándolo de “problemático” y “mentiroso”. El relato incluye otro episodio ocurrido en la clase de inglés, cuando el niño volvió empapado a su casa y llorando aseguró que la propia docente le había tirado agua. Frente a las preguntas de los padres, la institución se limitó a decir que “fue un juego”, sin dar explicaciones claras. El viernes 5 de septiembre se produjo uno de los hechos más graves: el pequeño llegó con la espalda llena de moretones. Según su versión, lo habían empujado y golpeado, pero la escuela otra vez no había visto nada. Lo más llamativo es que, en lugar de investigar lo sucedido, los directivos realizaron una denuncia contra los padres por supuesto maltrato y ausencia, algo que la familia rechaza categóricamente. "Todo el mundo que nos conoce sabe cómo amamos y cuidamos a nuestro hijo. Nos da impotencia que después de todo lo que pasó, la escuela nos acuse a nosotros en vez de hacerse cargo", señalaron. 📌 El llamado desesperado El padre decidió escribir un descargo público en redes sociales, donde miles de usuarios se solidarizaron. Su mensaje es claro: no al silencio, no a la indiferencia. "El bullying no es un juego, no es cosa de chicos: es violencia, y lastima profundamente. La escuela tiene la obligación de garantizar un espacio seguro, de cuidar a los alumnos y de actuar con firmeza frente a cada situación de maltrato. Cuando miran para otro lado, también son responsables." En su publicación, también hizo un llamado directo a las autoridades educativas, al Consejo Escolar y al Municipio de Chascomús para que tomen medidas urgentes y efectivas. 📌 Una problemática que atraviesa a toda la sociedad El caso reabre un debate profundo sobre la responsabilidad institucional frente al bullying. Especialistas señalan que minimizar, negar o encubrir hechos de violencia escolar genera un daño doble: por un lado, la víctima queda expuesta y sin protección; por el otro, los agresores reciben un mensaje de impunidad. La familia insiste en que su denuncia no busca venganza, sino visibilizar una realidad que muchas veces se calla: "No hablo solo por mi hijo, hablo por todos los chicos y chicas que son víctimas de violencia escolar y no tienen quien los defienda. El bullying mata la alegría, la confianza y la inocencia de los niños. No vamos a seguir tolerando la pasividad." 📢 Conclusión La situación denunciada en el Instituto Corazón de María pone en evidencia una problemática extendida: el bullying como forma de violencia escolar que sigue sin ser atendida de manera integral en muchas instituciones educativas. El llamado de esta familia interpela no solo a las autoridades, sino a toda la comunidad: el cuidado de los niños no admite excusas ni demoras.

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