Mientras exponía este miércoles sobre la estructura del sistema de salud en la Ciudad, expresó: "Empezaron en el '83 con la peste rosa, tuvimos otras epidemias, y terminamos en el 2009 con H1N1. Ya venían nuestros equipos con una carga de trabajo muy interesante”. De este modo, Bou Pérez (quien también fue ministra de Salud porteña) utilizó un término discriminatorio, acuñado a principios de la década del '80, para referirse a las personas portadoras del VIH SIDA. En aquel entonces, se apuntaba expresamente a la comunidad homosexual, estigmatizándola, culpabilizándola en tanto responsable de instalar una epidemia producto de “comportamientos desviados, anormales” y donde los Estados Nacionales a tono con dichos posicionamientos, daban la espalda a una realidad que progresivamente fue demostrando que este flagelo no era exclusivo de un sector específico de la sociedad. Habiendo pasado cuatro décadas, en pleno 2021, la ignorancia vuelve a manifestarse, y no es que sea malo el no saber de hecho, es necesario para que haya un aprendizaje; pero en este caso no es una ignorancia con ese sentido, claramente, es una ignorancia metafórica, porque en realidad estamos hablando de alguien que posee muchos saberes, y no nos referimos a los académicos (que tampoco por lo visto le han servido de mucho), sino saberes que tienen que ver con saber, valga la redundancia, odiar, con la homofobia, con un pensamiento ultra conservador, clasista, heteronormativo, muy semejante, por no decir igual, a aquel que reinó y derramó tanta sangre durante la última dictadura militar. Pensar distinto es necesario, no lo discutimos, y exponer las disidencias es un acto maravilloso que propicia la construcción colectiva, pero lo que hoy en la legislatura porteña se ha vivido, es sumamente lejano, estas formas no contribuyen en absoluto a la sostenibilidad de la democracia. Por todo lo antes dicho, desde Mateadas x la Diversidad, expresaron "nuestro total y absoluto repudio ante los dichos de la señora Ana María Bou Pérez, y solicitamos públicamente, se obre como corresponda ante estos lamentables casos de discriminación deliberada hacia la sociedad en su conjunto, porque como ya dijimos, el VIH SIDA, no entiende de géneros, edades, razas, credos, orientaciones sexuales, ni nada".